Como un referente dentro del mundo de los negocios, Stephen Covey logró con su best-seller «Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva» cambiar el paradigma de millones de empresarios en todo el mundo.
Su teoría de los 7 hábitos ha demostrado ser realista y enriquecedora, brindando nuevos puntos de vista y tácticas para lograr ser profesionales más efectivos, especialmente en entornos de alto estrés.
En Meetwork, apostamos por nuestros profesionales para que den lo mejor de sí mismos, enfocados en la mejora continua, alcanzando nuevos estándares cada día. Por ello, hoy te traemos un breve resumen sobre los 7 hábitos planteados en este libro.
El tener una actitud proactiva empieza por responsabilizarnos. Esto es lo que, en un primer lugar, nos permite responder a las situaciones que nos ocurren en el día a día. Lo contrario a ser proactivo es dejar que las circunstancias de la vida nos abrumen y sean las que definan el resultado final.
Hay situaciones que no podemos cambiar, lo importante es la actitud con las que enfrentamos dichas situaciones. Ser proactivo es decidir constante y adecuadamente cómo actuar según la situación actual, reaccionando ante la situación, problema o incidencia de forma tal que podamos considerar el resultado como favorable.
Empezar con un Fin en Mente, tener claro nuestro objetivo.
Cada vez que nos embarcamos en un nuevo proyecto, es fundamental empezar con un fin claro en nuestra mente, un objetivo pre-visualizado, un destino al cual podamos llegar si hacemos lo que debemos hacer. La visualización no se trata de fantasear sobre el hipotético resultado, sino de encontrar una guía confiable.
La finalidad de lo que hacemos debe ser clara. Inclusive aquellas tareas pequeñas y aparentemente insignificantes en el día a día no deben carecer de finalidad, pues estas forman parte de un todo y contribuyen a nuestro progreso.
Tan simple como priorizar. Sobre el papel, se nos hace muy fácil el colocar una actividad o tarea encima de otra. Sin embargo, en la ejecución, muchos tenemos problemas de disciplina y determinación para cumplir con las tareas según lo previamente establecido.
El orden y la disciplina son necesarios para poder cumplir con dicho sentido de prioridad. Si no logramos definir y cumplir prioridades, es probable que no alcancemos las metas que nos hemos propuesto. Asimismo, el cumplir con las prioridades traerá resultados más rápido, lo que influirá en la motivación para continuar siendo efectivos a la hora de actuar.
Si no creamos las condiciones adecuadas para las relaciones ganar-ganar con otras personas, jamás llegaremos a ningún lugar como profesionales. Pensar en ganar-ganar tiene mucho que ver con acuerdos justos para las partes involucradas, jamás aprovechándose de las debilidades o faltas del otro para beneficiarse más.
Mientras que vemos con frecuencia situaciones ganar-perder, donde unas personas se aprovechan de otras, en el mundo moderno de los negocios, la colaboración transparente y honesta está demostrando poder brindar resultados más duraderos y significativos para los involucrados.
Los profesionales altamente efectivos dan prioridad a entender una situación mucho antes de emitir juicio alguno. Ellos entienden que no hay ningún sentido en opinar u ofrecer consejo y soluciones cuando se desconocen los detalles del problema.
Asimismo, en cuanto a relaciones humanas, está claro que no se puede conseguir la empatía de alguien cuando tenemos el afán evidente y casi egoísta de hacernos comprender si no damos prioridad a la otra persona. Escuchar es la clave, todos vivimos, todos tenemos algún que otro problema en mayor o menor medida. No somos el ombligo del mundo. Recuerda: tu igual al menos también tiene un problema.
Solo después que comprendemos, podemos dar lugar a la sinergia. La comprensión, la transparencia y la empatía nos permiten, como profesionales, crear nuevas sinergias con otras personas con el potencial de ofrecer beneficios en lo creativo y lo estratégico.
La sinergia suma los esfuerzos de uno o varios profesionales, los cuales podrían estar estancados si no cuentan con el apoyo adecuado. Por supuesto, cuando se trata de crear sinergias, también debemos pensar en el hábito de las situaciones ganar-ganar, fundamental para las buenas relaciones personales y profesionales.
Este metafórico hábito tiene que ver con los esfuerzos y el tiempo que invertimos para mejorar como profesionales. Prestar atención a lo que somos, física, mental, espiritual y socialmente es lo que nos permite mantener nuestras habilidades en alza, mejorando cada día y abriendo un nuevo abanico de posibilidades.
Actividades como ejercicio recurrente, la lectura, el tiempo para despejar la mente y compartir con amigos pueden mantenernos frescos e introducirnos en ese estado de constante mejora, el cual es necesario para ser más efectivos en los proyectos a emprender.
