Cada vez más empresarios se encuentran Internacionalizando su empresa para lograr crecer… Pero se sigue viendo como un reto demasiado abrumador.
Estamos en un mundo en el que los empresarios se plantean cómo vender sus productos fuera del país, pero son mucho mayores los miedos y ataduras que enfrentan.
Lo más curioso es que esos problemas, muchas veces, suelen ser parte inherente de la mentalidad que estos empresarios poseen para los negocios.
Están tan acostumbrados a la manera de trabajar de hace décadas, incluso en años recientes, que no aceptan la idea de convertir sus negocios en plataformas internacionales y, así, lograr el crecimiento que necesitan y desean.
Creer en lo que hacemos posee un impacto fundamental en el grado de éxito que vamos a conseguir.
Hay que entender que la internacionalización de los negocios es necesaria hoy en día en un mundo tan competitivo y en donde las antiguas fronteras ya no existen.
Pensar al revés limita nuestra capacidad de respuesta.
La larga lista de problemas relacionados con la internacionalización nace, en gran parte, de las mismas dudas y miedos que el empresario lleva dentro.
Una vez derrotados esos falsos conceptos, la empresa se puede llevar a un nuevo nivel de operatividad, sobre todo a escala internacional.
En ese momento, los conceptos de mercado local, negocios internacionales, importación y exportación pierden el significado de siempre.
La tecnología nos da exposición en mercados fuera de España en los que siquiera habíamos pensado y sin tener que invertir cantidades absurdas de recursos, siendo este el valor fundamental de la internacionalización.
Los avances tecnológicos y comunicacionales han hecho del mundo un lugar interconectado a niveles difíciles de comprender.
Como es de esperar, esto incluye a los negocios.
La forma de trabajar ha cambiado de forma dramática, cosa que muchos empresarios no han terminado de asimilar.
Y es que no es una cuestión de edad, sino de adaptabilidad.
Muchos empresarios que vivieron la mayor parte de su vida trabajando sin Internet, ahora aceptan las nuevas tecnologías como métodos para hacer crecer sus negocios más allá de la expectativa.
Entienden sus ventajas y les sacan el máximo provecho posible.
Quien se adapta a los cambios tiene una clara ventaja sobre aquellas empresas que, de forma necia, se siguen rehusando sistemáticamente al mundo globalizado y a la forma en la que se hacen negocios en él.
Para empresas pequeñas, los retos de la internacionalización pueden resultar todavía más abrumadores que de costumbre.
La situación por la que han pasado en los últimos tiempos les ha empujado a poner su mirada en otros mercados. Pero de igual forma, no les es nada fácil.
Las consultorías de empresa son costosas y las ofertas de los organismos públicos no siempre logran satisfacer las necesidades que se presentan.
Es por eso que tienen tantas dificultades al momento de desarrollar los puntos más interesantes al momento de exportar:
¿A qué mercado me dirijo?
¿Cuál es el país que más me conviene?
¿Es mi marca apropiada para entrar a ese mercado?
¿Cómo consigo colaboradores en el país que deseo exportar?
¿Estoy preparado para salir a vender mi producto fuera del país?
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Allí tratamos estos y otros temas de gran relevancia con la ayuda de empresarios de diferentes sectores, que comparten conocimientos y experiencias relevantes, además de contar con expertos altamente cualificados en diferentes materias de internacionalización.
